Horses
Some Sunlit Pasture
The Only Way

Toda mi infancia hice show jumping creyendo que la equitación era solo cross country, dressage o correr carreras. Del estilo western sólo me podía imaginar a los cowboys con espuelas y la doma basada en "breaking the horse".
Pasé el final de la cuarentena en Holanda. Ahí me introdujeron al verdadero mundo de los caballos. Como no podía hacer turismo, me dediqué a ir a un centro ecuestre cerca de la casa de mis tíos. La dueña acordó darme clases de monta estándares y -además- me ofreció enseñarme el método Join-Up (a cambio de que yo participara en la doma de sus nuevos caballos). Fue un viaje de ida.
La doma pacífica, con la cual yo apenas podía soñar de películas como Spirit, se me materializó en el momento menos esperado. No se trataba de llegar y subirse a un caballo. Se trataba de todo lo que hacías antes y después. Ganarse el respeto en el suelo, quizás luego montar. Lograr que el animal te considere el líder no porque lo obligás, sino porque son un equipo.